Tema 3. Tus Disposiciones Corporales para la Acción

¿Identifico cuáles son mis Disposiciones Corporales para la Acción?

“Dime cómo te mueves y te diré quién eres”

El punto de partida central del Modelo de las Disposiciones Corporales es aceptar que los seres humanos tenemos una necesidad instintiva e inevitable de movernos y estar en movimiento. De la misma manera que las huellas digitales, las personas tenemos una forma diferenciada de estar en acción. Cada quien posee una movilidad particular.

Las Disposiciones Corporales son fuerzas básicas que emergen desde nosotros mismos. Desde estas fuerzas fundamentales hacemos lo que hacemos. Por ejemplo, existen personas que tienden constantemente a avanzar; otras, por el contrario, a retroceder. Están los que siempre están inquietos o, los que se acomodan más permaneciendo en un mismo lugar. En
todos nosotros existe esta especie de fuerza gravitacional que constantemente nos jala en una dirección determinada.

¿Cómo las vamos a ver? Es aquí donde nace la necesidad de construir una interpretación que nos provea de un mapa con distinciones, facilitando el observar “lo que hay que ver” en nuestro cuerpo.

En la acción del día a día, las personas realizamos movimientos corporales. Y esos movimientos van revelando el ser que somos: “dime cómo te mueves y te diré quién eres”. Aclaramos en este punto que, la quietud total la consideramos un movimiento. Nuestra inquietud principal, por tanto, es el movimiento corporal.

Coaching 360

  • ¿Cómo potenciar tu ser desde el cuerpo, para aprender y obtener un mayor bienestar en tu vida?
  • ¿Cómo intervenir lúcidamente a través de posturas o movimientos corporales en tu mundo emocional?
  • ¿Cómo darle más poder a tus acciones cotidianas?
  • ¿Cómo observar e interpretar a otros desde su corporalidad?
  • ¿Cómo crear distinciones corporales que amplíen tu capacidad de acción?

Desde nuestra experiencia, podemos decir que es fácil conectar y que surjan las emociones moviendo el cuerpo. Un buen ejemplo es el baile, que rápidamente nos puede llevar a la alegría, la pasión o al erotismo. Otro ejemplo, que sin duda todos hemos vivido, es el del sueño o aburrimiento en una conferencia. Cuando esto ocurre, sacudimos un poco las piernas, nos sentamos inclinados hacia delante, abrimos y cerramos los ojos, todo para entrar en el estado de alerta.

Los dos ejemplos anteriores nos muestran cómo, de una manera natural, reaccionamos y provocamos cambios emocionales desde el movimiento. Pero también es posible que antes de una acción nos preparemos emocionalmente haciendo ciertos movimientos corporales.
Es así como, si tenemos una conversación muy importante, por ejemplo, pedir un aumento de sueldo, primero empuñamos las manos, respiramos agitadamente por la nariz, inflamos nuestro pecho, hasta entrar en un estado de decisión o de “resolución”.

Todas estas situaciones y otras, las hacemos consciente o inconscientemente y nos muestran cómo, desde el cuerpo, podemos cambiar la predisposición corporal en la que estábamos. De ahí que, compartimos la interpretación de que todos los seres humanos vivimos en cierta disposición corporal. Eso significa que actuamos dentro de un rango de posibilidades específico, que constituye nuestra historia emocional y biológica.

Volviendo a lo “que es lo que hay que ver”, el primer mapa que se nos presenta son las Disposiciones al Movimiento, la propuesta que en su origen se bautizó como “El trabajo de los elementos”, luego cambió a “Las Disposiciones Corporales para la Acción”, influenciados nuestros maestros coaches por una interpretación que viene de las artes marciales japonesas, donde se habla de los cinco anillos de poder, Tierra, Agua, Fuego, Aire y Vacío, y que también lo podemos relacionar con los Arquetipos de Marca, y con las Corazas Corporales de A. Lowen.

Estas son:

  1. La Disposición al movimiento hacia abajo o Estabilidad
  2. La Disposición al movimiento hacia arriba o Flexibilidad
  3. La Disposición al movimiento hacia delante o Resolución
  4. La Disposición al movimiento hacia atrás o Apertura

Las personas tenemos una combinación gradual de ellas, siempre existiendo un cierto énfasis mayor en alguna. Existe una quinta disposición a la que nos referiremos más adelante denominada “El Centrado”. En cada uno de esos ámbitos hay una posibilidad concreta de aprendizaje en el dominio de la corporalidad.

Para poder ver e interactuar con estas inercias de movimiento, hemos construido un mapa de las Disposiciones al Movimiento, que tienen un mismo origen llamado “Centro” y, dependiendo de su magnitud de intensidad, se van alejando centrífugamente, estableciendo cuatro direcciones hacía Abajo, Arriba, Adelante y Atrás.

Cada dirección indica una disposición al movimiento de nuestro cuerpo totalmente distinta y específica, y una también distinta relación con el medio, relación YO-TU. Es decir, alguien que tiene una tendencia a disponerse al movimiento hacia adelante, se relaciona de manera muy diferente a alguien que se dispone al movimiento hacia atrás. Con esta caracterización, la primera persona seguramente tendrá más a la mano exponerse, realizar ofertas, socializar y le será más dificultoso esperar, contemplar, empatizar, postergarse. Con la segunda disposición, la persona es muy posible que tenga las mismas características, pero opuestas.