Ejercicio 2. Creando la misión de mi marca personal

Detrás de cada esfuerzo hay una Misión y una Visión claras y enfocadas.

Después de definir ¿quién soy? y tu filosofía de vida, ha llegado el momento de hablar de la misión personal. La misión personal es la forma con la que debemos trasladar nuestra visión de la vida a ideas más concretas y tangibles. Evidentemente, seguirá siendo abstracta, ya que sigue siendo una misión y no unos objetivos concretos, pero es la forma con la que podemos saber realmente en qué queremos estar enfocados. En este artículo vamos a ver qué es y para qué sirve la misión personal, y cómo redactarla y definirla adecuadamente.

¿Qué es la misión personal?

Como vamos a ver más adelante, la misión personal nos va a traducir nuestra visión de vida a elementos más concretos. Si con la visión de vida queríamos tener una descripción abstracta de nuestra vida, es decir, unos principios fundamentales, con la misión personal queremos bajar un poquito el nivel y definir qué significan para nosotros esos principios.

Por lo tanto, en nuestra misión personal escribiremos aquello que queramos que se vaya materializando en nuestra vida, no pensando en la actualidad, sino en el futuro a largo plazo. En ningún caso la misión personal debe definir cómo llegaremos ahí, ya que la misión debe reflejar cómo queremos ser a lo largo de nuestra vida, no cómo lo haremos para serlo.

¿Para qué sirve la misión personal?

El cómo conseguiremos lo que nos propongamos en nuestra vida será definido a un nivel más bajo, especialmente en los objetivos definidos gracias a las áreas de responsabilidad. Por lo tanto, la misión personal debe servir para dejar claro qué queremos de forma más concreta que la visión, de forma que podamos llegar a definir unos objetivos concretos con los que podamos llegar a conseguirlos.

Podemos verlo como la concreción de una idea abstracta, la visión de vida. La visión no es algo a lo que podamos llegar, son los principios. La misión es algo más concreto a lo que sí puedes llegar.

A algunas cosas ya habrás llegado (y debes conseguir no perderlas), y a otras tendrás que llegar poco a poco, a medida que vaya avanzando tu vida. Si lo tienes claro, tarde o temprano se puede cumplir todo lo que deseas (trabajando, ¡claro está!).

¿Cómo cumplir tus objetivos e intenciones de forma fácil?

Redacta tu misión personal reflejando tu visión de vida

Si ya tienes clara tu visión de la vida, ha llegado el momento de empezar a preparar tu misión personal. Esta será un poco más larga, pero no debería ser muy difícil, ya que si tenemos clara nuestra visión de vida la misión personal será la concreción de dicha visión.

Siguiendo el ejemplo que comentamos en la redacción de la visión de vida, vamos a intentar trasladarlo en forma de misión breve. Recordemos la visión:

“Ser día tras día mejor persona, tener una vida de pareja y familiar tranquila y seguir aprendiendo los temas que me motivan, así como conseguir todas las aspiraciones personales y profesionales que me plantee”.

¿Cómo puedo saber si mi misión personal está bien definida?

El siguiente paso tras la misión personal serán las áreas de responsabilidad y la fijación de objetivos. Por lo tanto, en la definición de misión personal es imprescindible que podamos observar de forma fácil y ordenada, distintas áreas de la vida con las que nos podamos identificar.

Como ya hemos comentado anteriormente, la misión personal no debe tener el cómo vas a llegar ahí, eso formará parte de los objetivos, así que asegúrate que contenga todo lo esencial que reflejaste en la visión, de forma mucho más concreta, pero sin añadir el cómo vas a llegar ahí.

Por otro lado, ten en cuenta que tu misión no debe ser algo fijo a largo plazo. Sí debería mantenerse más o menos constante, ya que tu visión de vida y tus principios son unos en concreto, pero la misión y la forma de trasladar esos principios a tu realidad puede ser distinta, según el momento de la vida y las circunstancias qué te rodeen.